El Observatorio del Pluralismo Religioso en España, creado cuando se cumplen 31 años de la entrada en vigor de la Ley de Libertad Religiosa, ofrece a los municipios una herramienta para la gestión pública de la diversidad religiosa, al tiempo que orienta a las Administraciones Públicas en la implementación de modelos de gestión ajustados a los principios constitucionales y al marco normativo que regula el ejercicio del Derecho de Libertad Religiosa en España.
Está integrado por representantes del Gobierno y de la FEMP –lo preside el Ministro de Justicia y la Vicepresidencia la ocupa el Presidente de esta Federación-, de las Comunidades Autónomas y por un miembro del Comité Científico que reúne a personalidades de reconocido prestigio y responsables de grupos de investigación en el ámbito del pluralismo religioso.
El Ministro de Justicia, Francisco Caamaño, comentó que la puesta en funcionamiento de este órgano constituye “un antes y un después” respecto al tratamiento institucional de la pluralidad religiosa en España. La iniciativa no busca “fomentar” el pluralismo religioso, sino hacer frente al hecho de que en la sociedad española conviven ya personas de diferentes religiones como consecuencia de los movimientos migratorios, explicó.
También destacó que la clave es facilitar a los distintos gestores públicos, en especial a los Alcaldes, información útil sobre las distintas religiones, ya que con este conocimiento se puede evitar que esta pluralidad sea un “problema”.
Normalizar la convivencia
La Secretaria General de la FEMP señaló que el propósito de los Gobiernos Locales es normalizar la convivencia, desde el respeto a la diversidad, y que para ello el Observatorio es un buen instrumento de gestión que permitirá a los responsables locales disponer de mecanismos más eficaces para la mejora en el ejercicio de las competencias relacionadas con la diversidad religiosa. Estamos hablando –explicó- de normalizar la libertad religiosa en la educación, en la sanidad o en los medios de comunicación, de reconocer la “oficialidad” al imaginario colectivo de nuestra sociedad.
Isaura Leal recordó que la FEMP lleva trabajando varios años, en colaboración con el Ministerio de Justicia, en la transposición de la legislación sobre libertad religiosa, y los derechos que conlleva, a la gestión municipal, y que el primer paso era “reconocer a las comunidades religiosas como verdaderos agentes de la vida social en los municipios”. Lejos de ser conflictiva, la pluralidad religiosa puede ser un factor de cohesión y de verdadera integración “si permitimos su inserción en la dinámica social y cultural de la ciudad”, afirmó.
También advirtió que “estamos ante un camino de largo recorrido” y que será preciso estar atentos a la observación de indicadores de evaluación permanentes que permitan modificar las acciones planteadas inicialmente, si ello fuera preciso. “Quizás, tengamos que esperar, incluso, a una tercera generación, para obtener resultados más palpables”, reconoció.
Isaura Leal dedicó unas palabras de agradecimiento al anterior Ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, a los diputados Eugenio Nasarre y Álvaro Cuesta, y a Mercedes Rico-Godoy, por su trabajo pionero en este campo e impulsores del Observatorio que tras cinco años de trabajo es hoy es una realidad.
Herramienta para los municipios
El Observatorio ofrece datos actualizados a nivel municipal sobre los lugares de culto de las diferentes confesiones religiosas con implantación en el Estado español, sistematiza la normativa que tiene que ver con el ejercicio de la libertad religiosa, elabora guías de apoyo y, además, identifica y promueva buenas prácticas de gestión pública de la diversidad religiosa.
Todo esto lo hace a través de su web www.observatorioreligion.es que está dividida en tres grandes apartados: herramientas para la “gestión municipal”; consejos para las instituciones públicas en general; y búsqueda de información general sobre religiones.
El apartado más destacado es el referido a la “gestión municipal”, ya que permite a los alcaldes españoles saber, por ejemplo, qué confesiones religiosas hay en su municipio y cómo contactar con sus representantes. También se ofrece a los primeros ediles información legal y de otro tipo sobre los enterramientos de personas de las distintas religiones o dónde emplazar lugares de culto.