El acuerdo, firmado por el Presidente de la FEMP, Pedro Castro, y el Presidente de APTE, Felipe Romera, contempla el intercambio de información, la colaboración en materia de legislación y reglamentación y la realización de actividades que fomenten el desarrollo científico y tecnológico.
Pedro Castro comentó que la firma de este convenio muestra la voluntad compartida de trabajar en la promoción y el fomento del conocimiento y la tecnología, desde el convencimiento de que los parques tecnológicos, por su relación con el mundo universitario, los centros de investigación y las empresas, “son cómplices y aliados imprescindibles de los Gobiernos Locales, para la dinamización del desarrollo socioeconómico”.
El Presidente de la FEMP explicó que se trata de “ordenar el tráfico”, de colaborar para definir la ubicación más idónea para cada parque y, a su vez, de crear en los territorios las sinergias que permitan la interacción de su actividad con otros polígonos empresariales cercanos.
Pedro Castro afirmó que éste es uno de los convenios más importantes que ha firmado la FEMP, porque tiene que ver con la inversión económica, con la investigación y el desarrollo, con la formación y con la creación de empleo.
Uno de las acciones clave será la colaboración en materia de legislación y reglamentación, que facilitará la puesta en funcionamiento y el desarrollo de los parques científicos y tecnológicos, y, a su vez, la colaboración con otras Administraciones Públicas para su implantación. Al mismo tiempo, se tratará de fomentar el clima necesario para crear un tejido industrial “sólido e innovador”. Se trata, según afirmó Pedro Castro, de aunar esfuerzos para la creación de empleo y riqueza y para salir reforzados de la crisis.
El Presidente de APTE, por su parte, comentó que España es uno de las países más activos en la creación de parques tecnológicos y proporcionó el dato de que en estos momentos existen 46 en funcionamiento y otros 40 en marcha, ubicados en diferentes municipios de las 17 Comunidades Autónomas.
Felipe Romera destacó que la ubicación de estos parques en los municipios es fundamental y que, por ello, es necesario agilizar los procesos y plazos de construcción, que ahora tardan unos ocho años. “Ello no quiere decir que tenga que haber un parque en cada municipio”, aclaró, pero sí que es necesario “profundizar en la barreras que existen”, dentro de una adecuada ordenación del territorio, para favorecer su implantación.